UN HOMBRE LLAMADO MARTÍN
QUILICHE
El hombre barbudo jadeaba estruendosamente. Subía a
grandes zancadas por las peñas de Tallamac, detrás de él los extranjeros
erguían sus armas coloniales, pero fue demasiado tarde, el indio se perdió
entre los matorrales y no lo volvieron a ver. En el interior, el indio Martín
Quiliche, heredero de las tierras de Q’orimarca, retenía infructuosamente la
respiración. Su mirada parecía atravesar las rocosas paredes del refugio. ¿Por
qué el hombre extranjero se adueña de todo? ¿Acaso los apus le ha concedido tal
poder? Trescientos años después, los habitantes de Q’orimarca, se hacen las
mismas preguntas y como respuesta solo reciben golpes, balas y bombas
lacrimógenas.
Quienes afirmaron que Martín Quiliche Gentil Huacal
vivió 160 años se equivocaron, pues, multiplicado en amor y palo en mano,
Martín Quiliche, toma carreteras y marcha junto a miles de barbudos y jadeantes
como él. Cuida sus tierras y lagunas de la nueva invasión. Hoy se enfrenta a
la voracidad de hombres perfumados de
cianuro.
Autor: César Mejía Lozano del libro "Panza de perro"
No hay comentarios:
Publicar un comentario