jueves, 25 de febrero de 2016

UN HOMBRE LLAMADO MARTÍN QUILICHE

El hombre barbudo jadeaba estruendosamente. Subía a grandes zancadas por las peñas de Tallamac, detrás de él los extranjeros erguían sus armas coloniales, pero fue demasiado tarde, el indio se perdió entre los matorrales y no lo volvieron a ver. En el interior, el indio Martín Quiliche, heredero de las tierras de Q’orimarca, retenía infructuosamente la respiración. Su mirada parecía atravesar las rocosas paredes del refugio. ¿Por qué el hombre extranjero se adueña de todo? ¿Acaso los apus le ha concedido tal poder? Trescientos años después, los habitantes de Q’orimarca, se hacen las mismas preguntas y como respuesta solo reciben golpes, balas y bombas lacrimógenas.

Quienes afirmaron que Martín Quiliche Gentil Huacal vivió 160 años se equivocaron, pues, multiplicado en amor y palo en mano, Martín Quiliche, toma carreteras y marcha junto a miles de barbudos y jadeantes como él. Cuida sus tierras y lagunas de la nueva invasión. Hoy se enfrenta a la  voracidad de hombres perfumados de cianuro.

 Autor: César Mejía Lozano del libro "Panza de perro"